Antes de nada, debo aclarar un par de cosas que podrían llevar a confusión tras leer el título de este post.
Por un lado dije en su día que no me iba a hacer instagram, y de momento sigo sin tener cuenta alguna, aunque esto no implica que desconozca la red social. De hecho, saber cómo funciona es la razón por la que no comparto fotos en ella. Aún así, «nunca digas nunca».
Por otro lado, en esta entrada no pretendo dar la clave de cómo conseguir un millón de likes en menos de 30 minutos, ni tampoco voy a decir qué #instaetiquetas #instaestupidas tienes que utilizar para conseguir más #instalikes o #instafollow #likes4likes y demás etiquetas que conllevan a un mercado de tráfico de likes para aumentar una popularidad inexistente.
Centrándonos en el tema de una vez por todas, la idea se basa en una adaptación a los tiempos actuales de los famosos fotomatones.
Porque el tiempo pasa, y todo evoluciona, ahora con la pegada que tienen las redes sociales es curioso que aún no se haya llevado a cabo esta iniciativa. La idea se basa en colocar una serie de cámaras fijas, en los lugares turísticos de una ciudad, y que los viandantes puedan sacarse una foto en ese lugar con el monumento de turno detrás. Una vez hecha la foto, esta se podría compartir en la famosa red social, y al mismo tiempo, implementar alguna característica que te permita indicar que has estado en ese lugar porque tienes esa foto. Esto es análogo a hace años, cuando cada vez que viajabas a un país obtenías un sello en el pasaporte, pero adaptado a los tiempos actuales.
Estos «instabooth» (se me acaba de ocurrir el nombre, es mucho más cool que «instafotomaton»), estarían compuestos por una pantalla en la que te puedes ver para sacar la foto, la cámara obviamente, y el «ordenador». Si lo tuviera que hacer yo, usaría una raspberry-pi sin dudarlo, y utilizaría la propia cámara que se puede comprar.
La cosa es ponerse y llevarlo a cabo. No es una idea tan descabellada teniendo en cuenta de que Getxo está lleno de postes de información como este:
Por tanto, construir un «Instabooth» es, en mi opinión, una idea fantástica. Al lado del Guggenheim quedaría precioso uno de estos jeje.
Conclusión: Esto huele a proyecto de kickstarter para buscar financiación.
